miércoles, 18 de agosto de 2010

EMPEDRADO - AGOSTO 2010 (CORRIENTES)

Con Maxi y Adrián, un team perfecto, encaramos otra visita a Empedrado el fin de semana largo de agosto, en mi caso esta constituyó la quinta visita a La Perla del Paraná.
Con los servicios del Cordobés de por medio y con el gran Keko como guía salimos al río Paraná con las ilusiones de dar con alguno de sus tesoros en un día lindo pero de mucho frío.

Muñeco de profundidad mediante y multifilamento de 50 libras en el reel Shakespeare, lo primero que se prendió fue esta hermosa manduva tres pintas.

Pero, fue sólo para entrar en calor. Al rato tuve la suerte de que mi banana Alfer color violeta tiente a este hermoso cachorro de 11 kilos de peso. Y chau reel Shakespeare.

Tan lindo era el bicho que Adrián quiso sacarse también una fotito, cosa muy rara en él, ya que sostiene que esto trae la peor de las suertes al pescador.

Otro ángulo, otra foto y a otra cosa.

Pusimos proa a la isla, donde se fue preparando la famosa fritanga, junto a amigos pescadores de Florencia Santa Fe.

Maxi aprovecho para hacer unos tiritos en spining con una cucharita.

Y llegó el momento de compartir el sabroso surubí.

Terminada la estadía en la isla, seguiría la pesca durante el resto del fin de semana, obteniendo piezas medianas en moderadas cantidades. Valga decir que la pesca no estuvo regalada en ningún momento. Abajo un doradito de 3 kilos.

Y llegó un lindo pique de "bigote" en la caña de Adrián, muy concentrado por cierto. En las tres fotos que siguen se puede apreciar la pelea, la captura y la devolución de otro pintado de 11 kilos, casi calcado al que había sacado yo en primera instancia.



Otro dorado más lindo, de unos 4 kilos de peso y de un color espectacular.

Faltaba que la caña de Maxi nos depare una alegría y por supuesto ese momento llegó.

Hermoso surubí de 6 kilos que le dió dura pelea con el equipo liviano que vino utilizando.

Acá me agarraron en plena tarea depredativa, unos guachos!

Otro dorado de 3 kilos, esta vez clavado por Maxi con su señuelo "Bomba" Strike Pro en verde tornasolado. Gran captura.
Sobre la hora de partida, ya con las puteadas en la boca, el Paraná me regaló otro cachorro de 10 kilos clavados. Espectacular!

Foto de despedida con Adrián y Keko.

Foto de despedida con Maxi y Keko.

Fueron tres días especiales, con la mejor compañía y con pesca satisfactoria. Por supuesto, hubiésemos querido más actividad, pero la pesca estaba difícil, sobretodo la del dorado. Pero igual, terminamos con un saldo de 8 surubíes de entre 5 y 11 kilos más 5 dorados de entre 3 y 5 kilos. No está mal. Aunque no debería haber hecho el viaje por cuestiones económicas.
Chicos, díganme por favor, ¿cuándo volvemos?

martes, 15 de junio de 2010

LA PAZ - OCTUBRE 2005 (ENTRE RIOS)

Este viaje no sabía si incluirlo acá o no, porque fue más turismo que pesca. Pero, después de pensarlo bastante, decidí darle un lugar, ya que constituye un recuerdo muy lindo.
Llegamos a La Paz en omnibus tipo 5 de la mañana de un sábado. Recuerdo que en la terminal nos tomamos un remis hasta la casa de Guillermo, dueño de la Estancia El Desafío, nuestro destino final. Cargamos las cosas en su hermosa 4x4, nos subimos y, luego de atravesar un basto monte, llegamos al casco de la estancia.
¡Un lugar increíble!

Por supuesto, hicimos caminata, recorrimos algunos rincones del lugar y aprovechamos para sacarnos unas fotos.

Y después, muy tranquilamente, nos dirigimos a una zona en que se podía pescar de costa, más que nada de flote, por la sobreabundancia de piedras de todo tamaño.

¿Qué se podía capturar allí? Algún doradillo, como el que nos muestra Flavia.

Sacamos unos tres o cuatro la primer jornada, con devolución por supuesto. Tomamos unos mates, un poco de sol y seguimos paseando por la Estancia con mi mamá.

Acá parte de una pequeña granja que tiene el lugar.


El segundo día hicimos algo similar y volvimos por los doradillos. Sacamos otros tres o cuatro más, esta vez un poquito más grandecitos que los del día anterior, como se puede apreciar en las fotos de abajo.

Fueron dos días de mucha paz y felicidad para los tres, en que disfrutamos de un lugar espectacular, sin gastar grandes suma de dinero. Abajo mi mamá posa delante de la cabaña en la que nos albergamos ambos días.

Y acá, con unos de los perros del lugar, en la entrada al rancho.

Un viaje distinto a un lugar distinto.
Recuerdo que Flavia le hizo la mejor pregunta que se le podía hacer a Guillermo en el viaje de vuelta hacia la terminal en su 4x4, a saber, "¿Vos como dueño de todo esto, no te sentís un poco Dios?"

sábado, 12 de junio de 2010

FLORENCIA - DICIEMBRE 2007 (SANTA FE)

Mi tercer viaje a Florencia, esta vez, luna de miel y pesca: solamente Flavia y yo.
Lo peor haya sido, tal vez, el viaje de unas catorce horas de duración, ya que la única empresa que viajaba en ese momento era El Pulqui, en un servicio lechero que paraba en muchas localidades.
Esta foto, por ejemplo, la tomé cuando el micro paró en San Nicolás, provincia de Buenos Aires.
Ahora bien, una vez allá el ánimo cambia instantaneamente. Uno llega a un lugar virgen, en el corazón de la selva chaqueña, con una atención de privilegio e infraestructura de alta gama.
Después del desayuno, nos subimos al trucker con Hugo, un fenómeno, quien sería nuestro guía en ambas jornadas.

Quiero subrayar que los paisajes, la flora y la fauna que uno encuentra en Florencia, yo al menos no los encontré en ningún otro pesquero.

Esa mañana, Hugo nos levó a las correderas que se forman pegadas a la costa, buscando el animal que acecha allí: el dorado.

Yo saqué primero uno muy lindo. Después encaramos la segunda corredera y vino el debut de Flavia con otro pirayú de similar porte.

A media mañana saqué este otro, aunque en la foto posa Flavia, prueba de ello es la caña, la misma que utilizo desde que fui al litoral por primera vez y no presto a nadie ni por error.

Sin embargo, Flavia me empataría con un ejemplar soberbio de dorado, pescado esta vez a trolling. Muy bueno!



Al mediodía, volvimos para almorzar y dormir una siesta. Nos limpiaron estos dos, que fueron los dos primeros en salir, para ya frizarlos y llevarlos a Buenos Aires, mientras que los dos últimos fueron devueltos al agua después de la foto.

A la tarde encaramos para la zona de la isla Pelota. Con morena de carnada y al garete. ¡Miren qué atenta mi pescadora preferida!

Semejante esmero dio sus frutos. El patí que muestro abajo loco de contento, lo sacó Flavia solita: lo clavó y lo trajo hasta al lado de la lancha sin ayuda alguna. Impresionante: 10 kilos!


Terminaba así una jornada espectacular, con grandes capturas. Muertos de cansancio, cenamos rápido y nos fuimos a dormir temprano.

El segundo día despuntó de maravillas, también caluroso. Desayuno y ya nos esperaba el trucker.

Apareció en primer lugar este dorado en la caña de Flavia. Orgullosísimo de mi mujer!

Y el resto del día fue variada menor, pero entretenido porque se dio en cantidad. Las fotos de abajo muestran algunas de las capturas de patíes, manduvas y bagres que completaron la segunda jornada de pesca.






Llegó el momento de volver a las cabañas, bañarse, empacar todo, cenar y tomar el micro de regreso a Buenos Aires. Generalmente no pongo esta foto porque es la que más duele.

Pero no duele tanto al saber que pasamos dos días fabulosos, en un lugar increíble, muy lejano y difícil de acceder, con buena atención y servicios, para colmo con excelente pesca. ¿Qué más se puede pedir?