lunes, 19 de marzo de 2012

GUALEGUAY - MARZO 2012 (ENTRE RIOS)

Sábado 17-03-12. Junto a Maxi y Adrián, mis amigos de la pesca y del alma, partimos tempranito rumbo a Gualeguay, donde nos esperaban Jorge Cot y su secuaz el Pato para vivir algo invivible.


Tras larga presentación y sorprendidos por la amabilidad de Jorge y de Pato, emprendimos viaje hacia las cuevas tarucheras celosamente resguardadas. Después de una hora y media de mates y charlas amenas con los amigos en una embarcación muy cómoda comandada por Pato, llegamos a un arroyito que sería la fuente de infinitas sensaciones durante todo el día.


Al principio empezaron a salir tarariras chicas y medianas con señuelos de media agua y de subsuperficie, entre los que se destacó el Subwart Storm 07 y otros similares. Cerca de las 11 a.m. se empezaron a dar más arriba y los portes mejoraron paulatinamente. Primero rindieron más señuelos de flote con hélice o algunos que trabajaban semihundidos y, recién cerca del mediodía, se afianzaron los piques en paseantes como el Chub Bug de Storm, el Slim Stick de Sebile (gracias Horacio Nórdica por el dato), un Yozuri negro, el Viper de MS, el Atracter de MS, el Heddon Zara Spook y cualquier cosa que le quisieras tirar.


Ya siendo las 13 hs fuimos a comer bajo unos árboles con Jorge y el otro grupo de pescadores que habían relevado otra cueva. La diferencia era abismal: nostros habíamos sacado más de 150 taruchas entre los tres y ellos sólo contaron 15. Entonces, después de un par de horas a reparo bajo la sombra, fuimos ambos grupos al arroyito donde habíamos estado a la mañana y la fiesta no paró en ningún momento, con la añadidura de que por la tarde no usaríamos otra cosa que paseantes.


Aclaro que a la tarde Adrían decidió no pescar porque estaba cansado: el tipo se durmió una siesta abajo de un árbol, se tomó varias cervezas y sacó un par de fotos, increíblemente tranquilo este amigo amante del golf más que de la pesca. En cambio, Maxi y yo seguimos palo y palo. Al final del día, contabilizamos más de 100 tarariras cada uno. Estábamos totalmente exhaustos, con más barro que las mismísimas hoplias e increíblemente felices. Nos bañamos en el río Paraná Pavón para refrescarnos e higienizarnos y emprendimos el regreso.


Realmente Jorge y Pato dos tipos fuera de serie. Y le pesca a la misma altura. Le pido a Dios que le de salud a Maxi y a Adrián, que nada nos separe porque somos un verdadero "dream team" y le agradezco por hacernos pasar un día como el de ayer.





































































































martes, 13 de marzo de 2012

SAN PEDRO - MARZO 2012 (BS AS)

El sábado salimos rumbo a San Pedro junto a Mauro y Kai del foro de Siempre Pescando en busca de las ultimas tarus de la temporada.

Con el pronóstico muy dudoso la cosa ya había arrancado mal de entrada, pero las ganas pudieron más y a las 5 de la mañana ya estábamos partiendo. Cerca de las 7 llegando a San Pedro empezamos a ver los primeros rayos y rápidamente el cielo pasó de celeste a blanco y de blanco a negro.

A pesar de la evidencia, el guía insistía con que el pronóstico allá no daba lluvias y con la esperanza de que cambie rápidamente pusimos un pie en la lancha… para que automáticamente se caiga el cielo abajo. Fueron unos 30 minutos de tormenta intensa arriba de la lancha y algo de una hora de caminata con llovizna y nubes de mosquitos que no nos tenían piedad.

Pero la pasión pudo mas, y una vez que llegamos al lugar y tuvimos los primeros ataques nos olvidamos de todos los contratiempos.
La llovizna después de un rato calmo y la siguió el viento, con lo que el pique se corto casi por completo. Cuando el viento por fin calmo y empezó el calor se activaron al instante y fueron un par de horas de pique tras pique sin darnos respiro. En esas dos horas tomaron casi todo pero la violencia con que atacaban en mi caso me obligo a pescarlas casi exclusivamente con paseantes. Pasadas estas horas el pique calmo pero nunca se corto. Esto sumando a que las canchas se tapaban y destapaban rápidamente nos hizo estar en constante movimiento y buscar tentarlas con distintos tipos señuelos, cosa que hace tan atractiva la pesca de esta especie.

En resumen habremos levantado unas 25 tarus cada uno de todos los tamaños. La pesca la hicimos en un 80% de superficie y con ataques violentísimos, que aunque los esperabas te hacían cagar en la patas. De la mas chica hasta la mas grande todas pegaban salto tras salto y peleaban hasta el ultimo segundo. Lastima que ya se van, pero sin duda que la próxima temporada nos van a volver a encontrar.